miércoles, 3 de marzo de 2010

PRENDIMIENTO, Sonia Téllez

36 Entonces llegó Jesús con ellos á la aldea que se llama Gethsemaní, y dice á sus discípulos: Sentaos aquí, hasta que vaya allí y ore.
37 Y tomando á Pedro, y á los dos hijos de Zebedeo, comenzó á entristecerse y á angustiarse en gran manera.
38 Entonces Jesús les dice: Mi alma está muy triste hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.
39 Y yéndose un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando, y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí este vaso; empero no como yo quiero, sino como tú.
40 Y vino á sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo á Pedro: ¿Así no habéis podido velar conmigo una hora?
41 Velad y orad, para que no entréis en tentación: el espíritu á la verdad está presto, mas la carne enferma.
42 Otra vez fué, segunda vez, y oró diciendo. Padre mío, si no puede este vaso pasar de mí sin que yo lo beba, hágase tu voluntad.
43 Y vino, y los halló otra vez durmiendo; porque los ojos de ellos estaban agravados.
44 Y dejándolos fuése de nuevo, y oró tercera vez, diciendo las mismas palabras.
45 Entonces vino á sus discípulos y díceles: Dormid ya, y descansad: he aquí ha llegado la hora, y el Hijo del hombre es entregado en manos de pecadores.
46 Levantaos, vamos: he aquí ha llegado el que me ha entregado.
47 Y hablando aún él, he aquí Judas, uno de los doce, vino, y con él mucha gente con espadas y con palos, de parte de los príncipes de los sacerdotes, y de los ancianos del pueblo.
48 Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, aquél es: prendedle.
49 Y luego que llegó á Jesús, dijo: Salve, Maestro. Y le besó.
50 Y Jesús le dijo: Amigo, ¿á qué vienes? Entonces llegaron, y echaron mano á Jesús, y le prendieron.

Muerte de Jesús ( Juan Enrique Barrera Osorio 3ºE)


Cuando vino la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. 34 Y a la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? que traducido es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? 35 Y algunos de los que estaban allí decían, al oírlo: Mirad, llama a Elías. 36 Y corrió uno, y empapando una esponja en vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber, diciendo: Dejad, veamos si viene Elías a bajarle. 37 Mas Jesús, dando una gran voz, expiró. 38 Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. 39 Y el centurión que estaba frente a él, viendo que después de clamar había expirado así, dijo: Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.

40 También había algunas mujeres mirando de lejos, entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo el menor y de José, y Salomé, 41 quienes, cuando él estaba en Galilea, le seguían y le servían; y otras muchas que habían subido con él a Jerusalén.

Hermandad de Nuestro señor atado a la columna,Nuestra santísima señora de la Paz,San Juan Evangelista y vulgo San Antonio

Nuestro señor atado a la columna

Y respondiendo el presidente les dijo: ¿Cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos dijeron: á Barrabás.
Pilato les dijo: ¿Qué pues haré de Jesús que se dice el Cristo? Dícenle todos: Sea crucificado.
Y el presidente les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Mas ellos gritaban más, diciendo: Sea crucificado.
Y viendo Pilato que nada adelantaba, antes se hacía más alboroto, tomando agua se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo veréis lo vosotros.
Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.
Entonces les soltó á Barrabás: y habiendo azotado á Jesús, le entregó para ser crucificado.
Entonces los soldados del presidente llevaron á Jesús al pretorio, y juntaron á él toda la cuadrilla;
Y desnudándole, le echaron encima un manto de grana;


Y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; é hincando la rodilla delante de él, le burlaban, diciendo: ¡Salve, Rey de los Judíos!
Y escupiendo en él, tomaron la caña, y le herían en la cabeza.
Y después que le hubieron escarnecido, le desnudaron el manto, y le vistieron de sus vestidos, y le llevaron para crucificarle.

saray

cuando se lo llevaban para crucificarlo echaron mano de un tal simon de cirene, que venia del campo y le cargaron la cruz para que llevara detras de jesus. lo seguia una gran multitud del pueblo y de mujeres que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él. jesus se volvio hacia ellas y se dijo:
mujeres de jerusalen, no lloreis por mi, llorad mas bien por vosotras las esteriles, los vientres que no engendraron y los pechos que no amantaron, entonces se pondran a decir a las montañas: caed sobre vosotras,; y a las colinas ¡aplastarnos!. por que si esto hacen con el leño verde ¿que haran con el seco?
llevavan tambien con el a otros dos malhechores para ejecutarlos

jesús con la cruz , pablo



cuando se lo llevaban para crucificarlo, echaron mano de un tal Simon de Cirene, que venia del campo, y le cargaron la cruz para que la levaran detras de Jesús. Lo seguia una gran multitud del pueblo y de mujeres, que se golpeaban el pecho y se lamentaban por el . Jesús se volvui hacia ellas y les dijo.
-mujeres de Jerusalen no lloreis por mi; mirad mas bien por vosotras y vuestros hijos. Porque vendran dias en que se dira: Dichosas las esteriles, los vientres que no engendraron los pechos y que no amamantaron; Y A LAS COLINAS:¡aplastaos!. Porque su esti haceb cib ek keño verde ¿que aran con el seco?

Levaban tambien con el a otros dos malhechores para ejecutarlos.

Mª Dolores García & Claudia Benítes 3ºE

Jesús con la cruz (lc 23,26 - 32) Y llevándole, tomaron a cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y le pusieron encima la cruz para que la llevase tras Jesús. Y le seguía gran multitud del pueblo, y de mujeres que lloraban y hacían lamentación por él. Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos.
Porque he aquí vendrán días en que dirán: Bienaventuradas las estériles, y los vientres que no concibieron, y los pechos que no criaron.
Entonces comenzarán a decir a los montes: Caed sobre nosotros; y a los collados: Cubridnos. Porque si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué no se hará? Llevaban también con él a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos.

Jesús con la cruz Martín García Campanario 3ºE


26Y llevándole, tomaron á un Simón Cireneo, que venía del campo, y le pusieron encima la cruz para que la llevase tras Jesús.
27 Y le seguía una grande multitud de pueblo, y de mujeres, las cuales le lloraban y lamentaban.
28 Mas Jesús, vuelto á ellas, les dice: Hijas de Jerusalem, no me lloréis á mí, mas llorad por vosotras mismas, y por vuestros hijos.
29 Porque he aquí vendrán días en que dirán: Bienaventuradas las estériles, y los vientres que no engendraron, y los pechos que no criaron.
30 Entonces comenzarán á decir á los montes: Caed sobre nosotros: y á los collados: Cubridnos.
31 Porque si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué se hará?
32 Y llevaban también con él otros dos, malhechores, á ser muertos.


Poncio Pilatos (Gabriel Calderón Macías 3E)

Poncio Pilatos Gabriel Calderón Macías
  • Según los Evagelios, Jesús fue apresado por un grupo de hombres armados, por orden de Caifás y los sumos sacerdotes. Solicitaron a Pilatos que le ejecutara, ya que la pena capital sólo podía ser aplicada por los romanos. A pesar de no hallarlo culpable, Pilatos deja que el pueblo decida entre liberar a un preso de nombre Barrabás o liberar a Jesús.

El pueblo liderado por los sumos sacerdotes escogen la liberación de Barrabás y la crucifixion de Jesús. Ante esa decisión Pilatos se lavaba las manos para indicar que no quería hacer parte de la decisión tomada por la muchedumbre. Pilatos dice "No soy responsable por la sangre de este hombre". A lo que la multitud responde "Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros descendientes."

Durante el tiempo en el que estuvo de procurador en Israel Poncio Pilato, el emperador Tiberio había dejado de una manera sutil el imperio, pero de todos modos gobernaba de una manera secreta, dejando a un fiel servidor de casa al frente del imperio romano.

Tiberio se había vuelto muy desconfiado, debido a las constantes revueltas en las que se veía amenazado su imperio, por lo que su desconfianza fue creciendo a tal grado que llegó a asesinar hasta a sus más fieles colaboradores, el historiador refiere de él "hasta el más mínimo comentario era condenado a muerte"; por este motivo Pilato se vio obligado a ejecutar a Jesucristo, no por ser un hombre cobarde, sino por miedo a perder todo, incluso su vida

Hermandad de nuestro señor atado a la columna,Nuestra santísima señora de la Paz,San Juan Evangelista y vulgo San Antonio

Nuestro señor atado a la columna

Y respondiendo el presidente les dijo: ¿Cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos dijeron: á Barrabás.
Pilato les dijo: ¿Qué pues haré de Jesús que se dice el Cristo? Dícenle todos: Sea crucificado.
Y el presidente les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Mas ellos gritaban más, diciendo: Sea crucificado.
Y viendo Pilato que nada adelantaba, antes se hacía más alboroto, tomando agua se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo veréis lo vosotros.
Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.
Entonces les soltó á Barrabás: y habiendo azotado á Jesús, le entregó para ser crucificado.
Entonces los soldados del presidente llevaron á Jesús al pretorio, y juntaron á él toda la cuadrilla;
Y desnudándole, le echaron encima un manto de grana;
Y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; é hincando la rodilla delante de él, le burlaban, diciendo: ¡Salve, Rey de los Judíos!
Y escupiendo en él, tomaron la caña, y le herían en la cabeza.
Y después que le hubieron escarnecido, le desnudaron el manto, y le vistieron de sus vestidos, y le llevaron para crucificarle.

JESÚS CON LA CRUZ (Francisco José García Lobato 3ºE)



JESÚS CON LA CRUZ
Y llevándole, tomaron a cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y le pusieron encima la cruz para que la llevase tras Jesús. Y le seguía gran multitud del pueblo, y de mujeres que lloraban y hacían lamentación por él. Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos. Porque he aquí vendrán días en que dirán: Bienaventuradas las estériles, y los vientres que no concibieron, y los pechos que no criaron. Entonces comenzarán a decir a los montes: Caed sobre nosotros; y a los collados: Cubridnos. Porque si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué no se hará?

Llevaban también con él a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos.

Marina Castro Albertos MUERTE DE JESÚS
















Desde el mediodía toda la región quedó sumida en tinieblas hasta las tres. Hacia las tres gritó Jesus con voz potente: Elí,Elí ¿lemá sabaktani? (Que quiere decir: Dios mío, Dios mío,¿ Por qué me has abandonado?)

Muerte de Jesús (Elena Mayolín Gil)


Desde el mediodía toda la región quedó sumida en tinieblas hasta las tres. Hacia las tres gritó Jesús con voz potente:
- Elí, Elí, ¿lemá sobaktani? (Que quiere decir: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?)

CRUCIFIXIÓN (FCO JAVIER ALMÉCIJA MURCIANO)


Y saliendo, hallaron a un Cireneo, que se llamaba Simón: a éste cargaron para que llevase su cruz.
Mateo 27:33Y como llegaron a Gólgotha, El lugar de la calavera,
Mateo 27:34Le dieron a beber vinagre mezclado con hiel: y gustando, no quiso beber lo
Mateo 27:35Y después que le hubieron crucificado, repartieron sus vestidos, echando suertes: para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta: Se repartieron mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.
Mateo 27:36Y sentados le guardaban allí.
Mateo 27:37Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESUS EL REY DE LOS JUDIOS.
Mateo 27:38Entonces crucificaron con él dos ladrones, uno á la derecha, y otro á la izquierda.
Mateo 27:39Y los que pasaban, le decían injurias, meneando sus cabezas,
Mateo 27:40Y diciendo: Tú, el que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate á ti mismo: si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz.
Mateo 27:41De esta manera también los príncipes de los sacerdotes, escarneciendo con los escribas y los ancianos, decían:

Mateo 27:42a otros salvó, a sí mismo no puede salvar: si es el Rey de Israel, que descienda ahora de la cruz, y creeremos en él.
Mateo 27:43Confió en Dios: líbrele ahora si le quiere: porque ha dicho: Soy Hijo de Dios.
Mateo 27:44Lo mismo también le zaherían los ladrones que estaban crucificados con él.